A veces me considero una desagradecida por no aprovechar y disfrutar de lo más maravilloso que nos ha otorgado la naturaleza: el mar. Vivo a 10 minutos de una playa, con todos los medios de transporte a mi alcance (coche, autobús, tranvia) y pueden pasar meses sin que me acerque a olerlo.
Pero ayer no pude resistirme más
En la orilla hacía un frío de narices. Me envolví como una momia y aguanté.
Para que nadie dude de que se trata de la costa valenciana aquí podéis ver naranjas.
¡De dónde habrán salido esas naranjas! ¿Habrá naufragado un barco «naranjero? ¿Será una protesta de los labradores? O tal vez emigran para dejar de ser «centimistas». Aunque por lo que parece, el mar se empeña en que no salgan de casa.
Más naranjas
Ya os he comentado que hacía un frío pelón y yo quería fotografiar más de cerca el naufragio naranjil pero de repente llegó una bandada de gaviotas. ¡Qué yuyu me dan las gaviotas y todo aquello que tenga pico y plumas (salvo mi periquita Margarita, viuda del periquito Paquito)! Corrí en dirección al paseo todo lo rápido que pude. Estaba en grave peligro. Probad a correr por la arena con botas de tacón cubano mientras os persiguen 5.000 gaviotas, probad.
Encontré este murete y me resguardé.
Resultó ser la salida de un colector de aguas residuales. Imaginad…
Retrocedí todo lo que pude para alejarme de ellas y del colector, pero al no disponer mi teléfono móvil de un gran angular, hice de tripas corazón y me arriegué a una última fotografía. Ya visionaba los titulares de los periódicos:» ¡Objeto no identificado, presumiblemente una mujer (a la vista del bolso king size que portaba), atacado por una bandada de gaviotas en la desembocadura de un colector! Se cree que el ataque fue debido a un déficit de vitamina C, tanto del objeto no identificado como de las gaviotas.»
Este cartel que decía «Playa no vigilada» todavía me aterrorizó más. Pensarían que me había ido a comprar tabaco y descubrirían mi cuerpo (o lo que quedase de él) en junio, cuando llegasen los bañistas. Deseé con todas mis fuerzas que el descubridor no fuese un niñito mientras llenaba de arena su cubo.
Aquí podéis observar que me alejé todo lo que pude. Se coló la palmera. ¡Menudo susto me llevé! Creía que era la reina de las gaviotas. Pero como buena reportera, ahí estaba yo, arriesgando mi vida (todavía me tiemblan las piernas)
Después de recorrer 3km de playa, ni rastro de gaviotas pero sí de naranjas.
Había dejado atrás el peligro. Estaba salvada
Y hasta aquí la historia playera de La Mujer que Busca Comienzos, que bien pudo ser la última … 🙂
Con mucho dolor de corazón os comunico que, debido a las trabas que se empeña en poner Blogger para admitir comentarios, desisto comentar en aquellos blogs en los que se duda de mi «personalidad humana». 7 intentos (fallidos) agotan mi paciencia y os aseguro que me considero la más paciente de toda la blogosfera. En breve inaguraré una nueva sección en mi blog: Comentarios imposibles.
Jejejej me ha encantado tu aventura marítima la verdad es que llevas mucha razón yo soy de costa también osea de Cartagena y vivo en Valencia y muchas veces tambien pienso en cuanto tiempo llevo sin ver el mar???? y la verdad es que los que somos de costa nos gusta respirar ese olorcillo de vez en cuando aunque sea envueltos en una manta jejej
Besicos
Un día quedamos y nos vamos a ganchillear al borde del mar hasta que nos hartemos 🙂
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jijiji vale encantada
besicos
Qué suerte que no te alcanzaron !!!jjajajjaja
que tengas un lindo día ♥♥l
Si me llegan a alcanzar, no lo cuento 🙂 Me dan pavor los «bichos» esos con alas.
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Buenos días, he intentado suscribirme para recibir en mi email las entradas de tu blog pero como estoy «pegada» en inglés y no están mis hijos en casa no he podido solucionarlo así que entraré a visitarte del modo tradicional.
Me ha gustado tu aventura de reportera playera.
Un gran abrazo.
En la barra lateral hay un botón que dice: follow blog via email (encima de El jardín de Antara). Escribes tu dirección y listo 🙂
Pero puedes visitarme cómo y cuándo quieras.
Ha sido una aventura muy, muy peligrosa, diría que temeraria… jaja
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Suerte tienes, vivir cerca del mar!!!!
Qué sabio es el refranero popular: Dios da pan a quien no tiene dientes. Tan cerca y tan lejos a la vez 🙂
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Me gusta tu playa… MUCHO. La mitad de mi familia vive en Valencia, por lo que suelo ir al menos una vez al año.
Besos.
Soy original (ya no tengo abuelas 😦 ) hasta con las playas. ¡A ver quién tiene una playa con naranjas!
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q vista mas preciosa… las playas de inglaterro no son iguales!!!! jajajaj
No son iguales, no. ¡Las playas de Inglaterra no tienen naranjas! 🙂
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Si lo de la verificación de la palabra va por mi… supongo que he de incluirme en ese grupo… que sepas que acabo de quitarla, si me invade el spam es culpa tuya 🙂 jeje
Tú eres una de ellas 🙂 Normalmente al segundo o tercer intento colaba, pero anoche después de 7 intentos decidí que nunca más.
Wordpress es muy eficiente con el spam, tanto es así que de vez en cuando he de mirar porque algunos «buenos» se los chupa.
Lina, hay q asumir riesgos en esta vida (gaviotas, colector, spam… ) 🙂
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hola!
adoré este post
lo disfruté
y me he reído mucho con tu historia
gracias por compartirlo
Carolina, gracias a ti por visitarme 🙂
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Jajajaja… parece una película de Hitchcock: «Las gaviotas».
No te creas, a mí tampoco me hacen demasiada gracia los bichos alados, sobre todo si se presentan en cantidad superior a 3.
Yo creo no tener verificación de palabra, porque su supresión es uno de mis «caballos de batalla»: ralentiza el blog, hace perder mucho tiempo, y los comentarios resultan muy incómodos de hacer. Si está activada, dímelo, por favor, porque sería por error.
Un beso.
Tú no estás en la lista de Comentarios Imposibles 🙂
Y respecto al tema «bichos alados», soy fan empedernida de los periquitos (algún día os contaré la historia de mi adorado Paquito y su ahora viuda Margarita) pero no soporto a ningún otro ser vivo o muerto alado. ¡Si hasta los indios me dan yuyu con esas plumas!
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A mí lo que me está dando yuyu es la coincidencia de nombres, jajajaja.
Yo me llamo Margarita… y mi marido, Paco, como los periquitos, jajaja.
El otro día me pasó lo mismo con los perros de una amiga de Facebook, ¡qué cosas pasan!.
Sobre los comentarios, no sé si has visto en mi blog la juerga que me traigo con las dichosas palabrejas de verificación: a mí me ha aparecido de todo, desde «Cani» hasta «Fasista», jajajaja.
Un beso.
A ver… no los he inscrito en el Registro pero él se llamaba Paquito y ella se llama Margarita jajaja
Los periquitos de mi padre se llaman Pepito y Lolita…
A mí me apareció «aboba», si llega a llevar tilde… quemo el router 🙂
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Hola.
Me lo he pasado muy divertido con tu aventura en la playa y las naranjas tomando el sol.
A mí me pasaba lo mismo con los comentarios, era imposible escribir, me ponía de los nervios .
Mi marido me solucionó el problema, me cambió el navegador que tenía por el Chome.
Desde entonces no he vuelto a tener ningún problema.
Espero que esto te pueda servir de ayuda.
Un saludo.
Susana.
Aventura temeraria donde las haya 🙂 Una y no más.
Respecto al tema de los comentarios, mi portatil no soporta ni un mega más, está saturado. No me atrevo a actualizar nada salvo lo justo y necesario, además estoy en mode «radical» y mode «mientras a mi no me cueste…». Comentario que no entre a la primera se irá directo a mi nueva sección. Sabes que agradezco tu solución pero si no hay facilidades… comentaré directamente en mi blog:)
(Menuda semana «rebelde» llevo)
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Que lindo post y que hermosa aventura,,el mar precioso, a mi tambien las gaviotas me darian miedo.
Besos
Anny
Gracias, Anny 🙂 ¡Ni te imaginas el miedo que pasé!Había muchas…
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usted vive peligroso, las gaviotas no son jugando. por un momento me sentí trasladada en la película «los pájaros» pero en esta son cuervos si mal no recuerdo, tengo que ir a ver el DVD. Perdone cundo le confieso que de reírme no podía leer, eso no se hace pero no pude evitarlo.
comentarios imposibles??? tengo que recapacitar que he escrito en los últimos tiempos.
espero que no halla pasado otra vez un tiempo en la congeladora, primero correr por la vida en una playa fría y abandonada y después sentarse en la congeladora no es saludable.
un buen día (lo que queda de este)
Lilliann
Lillian 🙂 Es cierto que vivo la vida peligrosamente jajaja. Puedes reir todo lo que te apetezca, la risa nos prolonga la vida.
La sección «Comentarios imposibles» es para todos aquellos blogs de Blogger que se empeñan en que hay que demostrar que eres persona humana (el mal rollo ese del reconocimiento de palabras).
Prometo no volver a meterme en el congelador y no ser tan temeraria 🙂
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Una gran aventura que por poquito no lo cuentas!! aisssss que miedo! a mi también me dan pánico los pájaros, pero solo si estan volando alrededor de tu cabeza, tengo una carolina y cuándo mi marido la suelta para que vuele un rato salgo pitando hasta que no la vuelve a meter en la jaula!!, me ha encantado tu aventura y como siempre me haces reir y vivirlo…y te he visto corriendo por la arena …que pensaba que no llegabas! menos mal que has podido contarlo, me encanta tu mar. tus naranjas y tus fotos!! todas muy bonitas1
un beso guapa!
¡Qué peligro, qué peligro! A mí me encanta que me leas y te divierta 🙂
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Me gusto leerte me imagine todo lo que pasaste … que bueno que te diste tiempo para ir a la playa y disfrutarla
Cuidate… un abrazo
En realidad sólo eran … 500 gaviotas 🙂
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Que aventura fantástica Amiga, a mi también me gusta sacar fotos y especialmente a los pájaros.
Buena semana y buen comienzo de blog, con historias!!Besos!!!
Gracias por visitarme. ¡Hasta la próxima aventura! 🙂
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Muchas gracias, creo que ya he conseguido (gracias a tus indicaciones) que a partir de ahora me lleguen tus post.
Un gran abrazo.
jajajaja otra vez muero de risa….. Que extraño aquello de las naranjas por cierto, no dice el verso «A la mar fui por naranjas, cosa que la mar no tiene. El que vive de esperanzas la esperanza lo mantiene»? Vaya y yo que he vivido engañada….resulta que sí hay naranjas en la mar! por lo menos en Valencia… Saludos!
Te aseguro que he visto cosas más raras… pero son otras historias 🙂 Continuará
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yo también vivo cerca de la playa…
a mi también me dan miedo los pájaros… y más si son ratas voladoras como las gaviotas y las palomas…
de hecho me da miedo todo bicho viviente que no sea de mi misma especie (y algunos de mi misma también)
gracias por hacernos reir con tu historia
besos
¡Qué malosas sois…! Mira que reiros con mi aventura… ¡Estoy viva de milagro! jajajaja
XXX